Las mafias eligen España por su ubicación, el turismo y el ladrillo

Con el terrorismo de ETA en sus últimas horas y el terrorismo islamista "bajo control", el crimen organizado se ha convertido en la primera amenaza de seguridad para España. Las cifras así lo avalan. En la última década, las Fuerzas de Seguridad españolas detectaron en nuestro país 5.409 mafias, de las que 3.218 (el 60%) han sido desarticuladas totalmente.


Aunque Interior ha incrementado los efectivos policiales dedicados a combatir estos grupos (de los 3.335 agentes de 2004 se ha pasado a 7.156 hoy), esto no ha sido un elemento disuasorio para las mafias. Todo lo contrario. Más policías solo han servido para detectar más grupos, lo que ha conllevado un descenso de la efectividad policial. Si entre 2002 y 2006 se desarticulaban íntegramente el 65% de las bandas, en el periodo 2007-2010 esa efectividad bajó al 54%.

Pero ¿qué hace que los grupos organizados elijan España como escenario principal de sus actos delictivos? Los expertos lo tienen claro. Tres factores influyen, y mucho. El primero es el turismo, la primera industria española. "A los grupos criminales les resulta fácil mimetizarse con el hábitat en un país que recibe millones de turistas", explica Ricardo Magaz, experto de la Sociedad Científica Española de Criminología. Segundo, la ubicación geográfica de España: "Una puerta estratégica para la entrada del hachís y la cocaína a Europa», explican fuentes policiales. Y tercero, el ladrillazo: "Hasta hace poco, el boom del ladrillo español era el ingrediente perfecto para que las mafias blanquearan aquí su dinero", sentencia Magaz.

El negocio de la droga
El narcotráfico es la piedra angular de las mafias que actúan en España. De los 1.200 grupos detectados en 2009 y 2010, más de 800 tenían como negocio el tráfico de drogas. En la última década, las mafias han introducido en la Península 5,9 millones de kilos de hachís y 348 toneladas de cocaína. Y el narcotráfico lleva aparejado el blanqueo de capitales. En 2010 se ejecutaron 175 grandes operaciones contra el blanqueo, un 50% más que el año anterior. De esas 175 operaciones, 119 fueron contra organizaciones criminales. Y de ellas, el 58% eran grupos vinculados al narcotráfico.

Además, el crimen organizado ya es "transfronterizo", señala Magaz, lo que ha provocado que a España hayan llegado importados una serie de delitos que hasta hace poco eran inéditos, como los secuestros exprés, los sicarios, los allanamientos de domicilios con moradores dentro, los asaltos en las autopistas, la falsificación industrial de moneda, el robo nocturno de naves industriales, los asaltos de cogoteros en la vía pública y el robo de tarjetas de crédito.

Las drogas, los robos y los asaltos, la inmigración ilegal, la prostitución, las estafas y las falsificaciones son los delitos más comunes entre los grupos organizados. Una vez detectados, el 80% lleva menos de 3 años de actividad. Lo que está claro es que las bandas extranjeras necesitan a los delincuentes españoles para actuar: el 80% de ellas contaba con algún miembro español entre sus filas. No suelen ser grupos grandes: el 60% tiene menos de 10 integrantes.