Alemania en guerra contra Google: ¿Cuántas guerras mundiales han de perder?


Por razones en las que no ahondaremos, porque cada familia es un mundo, Alemania y Google no se avienen.

Que no congenian, vaya. No sé. Será que el país de la disciplina y el orden no ve con buenos ojos una empresa con toboganes en lugar de escaleras. ¿O eso era Pixar? Bueno, da igual.

El caso es que los alemanes tienen una cruzada contra el buscador y campeón del Monopoly en Internet, al que, por lo que parece, la administración germana ve como un peligroso gran hermano que vulnera todas las leyes de privacidad.

Cabe recordar que en Alemania estalló el escándalo del Street View, cuando se descubrió que el cochecito aquel que hace las fotos para el callejero de Google, además de hacer fotos, estaba rapiñando datos de redes privadas. Y es que Google, todo lo que sean datos, pa’ la saca.

Ahora Alemania la ha tomado con el Google Analytics, otro servicio de la compañía que, a grandes rasgos, no es más que un contador de visitas.

Para entendernos, como aquel GIF animado con numeracos de «eres el visitante 357» que salía en las webs en tiempos de Altavista, pero un poco más elaborado.

Google Analytics proporciona cifras actualizadas de los visitantes a una web, número de clics, procedencia de las visitas, tiempo de permanencia, etc.

Y con todos estos datos crea estupendos gráficos con los que los empleados de dicha web amenizan sus reuniones de trabajo y pierden la mañana. Está muy bien.

Pero a partir de ahora, las empresas alemanas que lo utilicen se enfrentarán a multas. Probablemente, a fin de evitar lo de las reuniones de mirar gráficos, que son una distracción intolerable y bajan la productividad.

Y ya hemos dicho que en Alemania, donde la gente trabaja en serio, esto es inadmisible. Se empieza con reuniones, y se acaba en los toboganes. Coño ya.

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