La otra cara del rescate de los mineros chilenos: Drogas, porno y muñecas hinchables

Un libro del periodista de The New York Times Jonathan Franklin arroja nuevos datos sobre las duras condiciones que vivieron los 33 mineros chilenos que permanecieron más de dos meses atrapados en el interior de una mina.

En 33 Men: Inside the Miraculous Survival and Dramatic Rescue of the Chilean Miner, que se presentó el pasado lunes, Franklin cuenta cómo los familiares de los mineros les hacían llegar marihuana en las cartas familiares y cómo se barajó la posibilidad de enviarles muñecas hinchables, que los mineros reclamaban. La opción de las muñecas hinchables fue seriamente estudiada (incluso un empresario local llegó a ofrecer diez muñecas), según cuenta el medio chileno Diario siglo XXI, pero ante la imposibilidad de reunir 33, una para cada minero, se desestimó la idea, por miedo a que acabaran peléandose por ellas.

Este dato se lo reveló al periodista el propio médico del equipo de rescate, Jean Romagnoli. Hasta 120 personas, la mayoría de los mineros, familiares, amigos y miembros del equipo de rescate y el presidente de Chile, Sebastián Piñera, han ofrecido sus testimonios para la elaboración de este libro.

Al final, ante la insistencia de los mineros, que incluso decían apañarse con cuatro muñecas y unos cuantos preservativos para mantener la higiene, el equipo de rescate les envió revistas pornográficas y los ejemplares del diario La Cuarta, conocido por sus fotografías de chicas desnudas en la página 4.

Más problemas dio al final la droga, que sí creó conflictos entre los consumidores habituales y aquellos que quería probarla sólo para aliviar la tensión del momento.

También cuenta el libro otros detalles poco conocidos del rescate, como que el presidente de Chile, el millonario Sebatián Piñera, insistió en ser el primero en bajar a la mina, idea que solo su mujer logró quitarle de la cabeza. Tampoco se sabía que la señal televisiva en directo fue manipulada y desconectada en varios momentos críticos, como cuando un deslizamiento de tierra cortó el cable de vídeo y un operario, jugándose la vida, tuvo que arreglarla. La emisión de imágenes grabadas reemplazó al supuesto directo.

La aventura de los mineros chilenos, que mantuvo en vilo a medio mundo, ya ha servido de inspiración para una película porno, además de ser el argumento de varios telefilmes y series de televisión. Si Hollywood llega a desarrollar un proyecto sobre ellos, probablemente suavice algunos de los detalles que cuenta Jonathan Franklin en su libro.

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