Llamar 'zorra' a una mujer no es un insulto para el juez Del Olmo






El magistrado redujo la pena a un maltratador a pesar de haberla amenazado con meterla "en una caja de pino"

Madrid.- El juez Juan del Olmo, ex instructor del 11-M y magistrado de la Audiencia Provincial de Murcia, consideró en una sentencia publicada en junio que un maltratador que llamó “zorra” a su mujer, no la estaba insultando, sino elogiando su astucia. Todo, después de decir al hijo de ambos que metería a su madre “en una caja de pino”.

A lo largo de 2011, la Audiencia Provincial ha retirado hasta nueva condenas por violencia de género en sentencias redactadas por Del Olmo. Según el juez agresiones como puñetazos, patadas o agarrones en el cuello, seguidos de amenazas del estilo de “te queda poco tiempo, no vas a salir del cementerio” o “hija de puta, a mi me van a meter en la cárcel, pero antes te llevo por delante” no son evidencias suficientes para condenar a alguien por violencia de género y, como mucho, constituyen una falta leve de lesiones. De acuerdo al magistrado, son una manifestación de una “subcultura machista” o no son “expresión de una voluntad de sojuzgar a la mujer”.

La sentencia que desató la polémica el lunes reducía de un año de cárcel a ocho días de localización permanente a un hombre que ya había sido condenado dos veces por violencia de género. La segunda, después de llamar a su hijo, puesto que tenía prohibido comunicarse con su esposa, para que “le dijera a su madre que como la Justicia no hacía nada, se la iba a tomar por su mano, que la vería en el cementerio, en caja de pino, y que saldría por televisión, que lo juraba por el sol”.

Pero, según Del Olmo, en este caso, no hay una manifestación de clara “superioridad machista” ni una “situación de dominación o de desigualdad”. Y añade que el acusado, no usó ninguna expresión “que proyectase desprecio o menoscabo de la dignidad de la mujer”. Aunque sí la hubo y esa fue la palabra “zorra”.

Insulto que Del Olmo, “escuchada la grabación de la vista oral, no sé utilizó por el acusado en términos de menosprecio o insulto, sino como descripción de un animal que debe actuar con especial precaución a fin de detectar riesgos contra el mismo”. Del Olmo resolvió el proceso dejándoselo todo en un caso de amenazas leves, sin reincidencias.