Los portavoces de los sindicatos SUP, CEP, SPP y UFP han demandado hoy un cambio en la normativa para evitar sucesos como el ocurrido el pasado jueves en una iglesia de Madrid, donde un hombre mató presuntamente a una mujer embarazada e hirió a otra con un arma corta de fogueo manipulada -para que pudiera hacer fuego real-, que finalmente acabó estallando tras efectuar cuatro detonaciones.
Las armas de fogueo se pueden conseguir en numerosas tiendas presentando únicamente el carné de identidad, por menos de cien euros, y posteriormente se pueden manipular, de manera ilegal, acudiendo a "torneros" que hacen este trabajo por entre cien y doscientos euros y consiguen que disparen varias balas reales.
El portavoz del Sindicato Unificado de Policía, José María Benito, ha explicado que las armas de fogueo son "potencialmente peligrosas por sí mismas", ya que pueden causar lesiones si se disparan contra una persona a escasa distancia.
Además inducen a error, ya que suelen ser copias casi perfectas de armas reales, lo que permite intimidar a víctimas o enfrentarse a la Policía.
Si además se modifican, de manera ilegal, para que puedan disparar balas reales, el peligro es obvio, ha relatado Benito.
El portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP), Lorenzo Nebreda, ha coincidido con ese diagnóstico y se ha preguntado "¿para qué se compran armas de fogueo, salvo para delinquir?", ya que "no tienen otra utilidad".
Ha destacado que "la mayoría de los hechos delictivos se comete con esas armas", ya que parecen reales, y si además se modifican pueden matar.
Por eso ha abogado por prohibir su uso o al menos restringirlo para que no sea tan fácil obtenerlas.
El portavoz de la Unión Federal de Policía, Alfredo Perdiguero, ha recordado que este sindicato ha pedido en numerosas ocasiones que se aplique a las armas de fogueo la misma legislación que hay para las armas reales, lo que supondría un control que los delincuentes no pasarían.
El portavoz del Sindicato Profesional de Policía, Isidoro Zamorano, ha defendido el derecho de los coleccionistas a tener armas de fogueo, aunque cree que la mayoría de las personas que las compran "lo hacen con otros fines", por lo que también es partidario o bien de prohibirlas o bien de restringir su compra-venta. EFE