Steve Jobs, budista, poco amante de las duchas y seguidor de los Beatles

"A veces, cuando no tienes tiempo, tienes que tomarlo prestado", afirmó en diciembre de 2010 Steve Jobs, gurú de la tecnología y máximo exponente de la revolución llevada a cabo por Apple. Con infinita meticulosidad, palabra por palabra, Jobs acometió esta sentencia casi como un juramento hacia sí mismo durante los últimos meses de su vida.

El visionario rechazó una operación contra su cáncer de páncreas que iba a ser su verdugo final. En su lugar, optó por un tratamiento de medicina alternativa basado en una dieta macrobiótica que le condujo a una imagen de extrema delgadez. Tan sólo en un último término aceptó someterse a la cirugía, aunque el cáncer ya se había extendido a tejidos próximos al órgano. Así lo asegura Walter Isaacson, encargado de elaborar una profunda biografía de Steve Jobs, quien además asegura que aclamado revolucionario se arrepintió de no haberse sometido con mayor celeridad a la operación.


El libro, que se pondrá a la venta el próximo lunes 24 de octubre (el viernes 28 en español), reúne todas las condiciones para recoger un tremendo éxito durante los primeros días de su comercialización. Steve Jobs era un hombre reservado, filosofía que transmitió a la compañía que lideró, y pocos detalles se conocen sobre su vida privada. Ahora quedará desvelado que el gurú de la tecnología seguía los conceptos del budismo y era poco amante de las duchas, quizá por su marcada obsesión por intentar no perder el tiempo. Además, el gurú de la tecnología era seguidor de dietas macrobióticas, basadas fundamentalmente en zumos y frutas -el nombre de la compañía surge de una visita a una finca de manzanos-.

La obra también narra la historia juvenil del fallecido fundador de Apple, bebé adoptado por una familia de Sillicon Valley. Jobs llegó a conocer a su padre biológico Abdulfattah "John" Jandali durante la década de los 80, sin saber que era realmente su padre. Al enterarse, no volvió jamás al restaurante que Jandali regentaba, lugar donde se conocieron el uno al otro.

A quien sí llegó a conocer personalmente fue al actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Pese a su reconocida ideología demócrata, no dudó en reprochar al mandatario su malestar por ciertas políticas, especialmente las económicas. Posteriormente, Steve Jobs le tildó como "demasiado de izquierdas".

Seguidor de la música de los Beatles y muy cuidadoso con su indumentaria. Walter Isaacson recoge varias entrevistas con Steve Jobs y con personas relacionadas con su entorno, tanto personal como profesional. Una biografía de 650 páginas que mostrará el lado más desconocido de una de las figuras destacadas de la última década y que ha quedado envuelta en un aura de rumores y admiración. Recientemente se ha conocido -como informó Hechos de Hoy- que dejó los diseños del iPhone 5 como último legado, que será indudablemente un objeto de culto, al igual que su biografía.

El adelanto de CBS

La cadena CBS, propietaria de la editorial que publica el libro, adelantó un extracto de la entrevista donde Walter Isaacson recoge los testimonios de Jobs. Entre otras cosas se avanza lo siguiente:

- Cuando era adolescente, Jobs aprendió a mirar a los demás fijamente sin parpadear. Isaacson revela su enfrentamiento con los ejecutivos de Apple a los que calificó de "corruptos" y sin valores porque sólo les importaba el dinero.

- Jobs se quejó ante Obama de lo fácil que era montar una empresa en China frente al exceso de "regulaciones y costes innecesarios" y el poder de los sindicatos en EEUU.

- El libro revela que Bill Gates fue una de las últimas personas que Jobs quiso ver en su vida. Le admiraba por su "increíble instinto de qué funciona". Aunque también fue crítico. "Bill tiene muy poca imaginación y nunca ha inventado nada. Por eso creo que se siente ahora más cómodo con la filantropía que con la tecnología. Ha robado sin pudor las ideas de otros”, sentenció Jobs.

- Isaacson explica por qué empezó a llevar jerseys negros de cuello vuelto, con los mismos vaqueros azules y las mismas zapatillas grises. Surgió en su visita a Sony en Japón al ver los uniformes de sus empleados. El entonces presidente de la empresa, Akio Morita, le puso en contacto con su diseñador, Issey Miyake. Jobs decidió entonces imponerse su uniforme para él mismo.