Desde hace más de diez años el Ministerio de Relaciones Exteriores de su país, a través de la sección de eventos culturales, trabaja el proyecto "Somos Pacífico Colombiano" para llevar la salsa a diez países de Asia y presentar el hedonismo implícito en los movimientos del ritmo caribeño.
Con cinco talleres de salsa gratuitos organizados en los espacios artísticos más importantes de Pekín y en los que además se impartirán clases acerca de la historia de la salsa, la Embajada de Colombia espera difundir parte de su cultura musical entre el público chino.
"La receptividad ha sido muy buena, estamos aquí desde el miércoles y nos ha gustado encontrar que, a pesar de la lejanía, a los chinos les gusta la salsa", comentó a Efe Nilson Emir Castro, miembro del grupo de baile que llegó a Pekín desde Cali para dar el taller de salsa.
"Lo máximo es que a la gente le gusta nuestro estilo caribeño, vienen a las clases, les encanta y para nosotros es un honor estar aquí y poderles enseñar", dijo a Efe Deisy Roldan, parte también del grupo colombiano de salsa.
Tanto Castro como Roldan deslumbraron a los espectadores chinos con sus habilidades para la danza y demostrando que a través de la salsa uno no solo se ejercita, sino que, sobre todo, se divierte.
"Me gusta la salsa porque me gusta la música latina, el ritmo es muy bonito, uno logra circular la energía desde la cabeza hasta los pies, así que cada vez que escucho salsa empiezo a moverme", dijo a Efe una de las jóvenes chinas que asistió al taller.
Tras su tercera presentación, los bailarines colombianos y representantes de la embajada de Colombia coincidieron en decir que el pueblo chino reaccionó "muy positivamente" a la música y al baile latino caribeño.
El taller de salsa colombiano continuará hasta el 12 de noviembre bajo el lema "Salsa para todos".