Sobrevive con una barra atravesada en su cerebro


El cerebro es uno de los órganos del cuerpo humano más fascinantes y complejos y, de hecho, son muchas las investigaciones que giran en torno al cerebro y su funcionamiento. Hemos visto cómo las señales eléctricas del cerebro pueden utilizarse, por ejemplo, para detectar el cansancio o, en el futuro, quizás sirvan para comunicarnos o cómo la electroestimulación puede usarse en la rehabilitación de pacientes que han sufrido algún tipo de accidente cerebrovascular o, incluso, para acelerar el aprendizaje. Normalmente, cualquier tipo de daño en el cerebro suele acarrear secuelas graves; sin embargo, la ciencia asiste a acontecimientos singulares que son dignos de estudio como el caso de un obrero de la construcción de Brasil cuya cabeza fue atravesada por una barra de hierro y sobrevivirá para contarlo.


Eduardo Leite, un obrero de la construcción de Brasil y 24 años de edad, sufrió un accidente que, seguramente, en la mayoría de los casos habría sido mortal: una barra de hierro de casi dos metros de longitud cayó desde una altura equivalente a un quinto paso, atravesó el caso de Leite y le atravesó la cabeza saliendo por entre los ojos.

Lejos de ser mortal el accidente, Leite sobrevivió a éste y se mantuvo consciente. Durante el traslado al hospital, Leite estuvo hablando con el equipo de urgencias y, a pesar de estar cubierto de sangre, no sentía dolor alguno. Las imágenes del TAC realizado, y que se han publicado en la prensa, nos dan una idea de lo aparatoso del accidente que, por increíble que parezca, no le acarreará ningún tipo de secuela.

Según los neurocirujanos que le han operado para extraerle la barra de hierro (siguiendo la misma trayectoria de entrada pero, lógicamente, marcha atrás), el suceso es, prácticamente, “un milagro” porque un desvío de un par de centímetros podría haberle acarreado la pérdida de la visión de un ojo y la parálisis del lado izquierdo de su cuerpo. Tras cinco horas de operación, Eduardo Leite se encuentra convaleciente y permanecerá unas dos semanas de reposo en el hospital antes de volver a su casa.

¿Y cómo es posible que haya sobrevivido a un accidente de este tipo? Según parece, la barra atravesó una zona del cerebro que no tiene asignada “ningún tipo de función conocida” y, por tanto, aparentemente no rige ninguna función vital, motriz, sensorial o vinculada a la memoria por lo que la lesión no debería provocar ninguna clase de efecto secundario.

Un caso clínico de esos que suelen tener gran repercusión y que, a la vista de las imágenes publicadas, es fascinante.