Los familiares de Bretón declaran este miércoles de nuevo ante el juez


Los familiares de José Bretón, el padre de Ruth y José, a los que supuestamente asesinó el 8 de octubre de 2011, declararán este miércoles de nuevo ante el juez del caso, José Luis Rodríguez Lainz, para aclarar sus versiones sobre los hechos. En concreto, está previsto que acudan a los juzgados varios familiares de Bretón, entre ellos sus padres, sus dos hermanos y su cuñado, para que "tengan la oportunidad de rectificar", pues "se trata de que se sepa la verdad" en el caso, para lo cual es preciso "que dejen de decir mentiras", como señala la abogada de la acusación particular, María del Reposo Carrero.


Como se recoge en uno de los autos del caso, el entorno familiar de Bretón pasó de “un posicionamiento inicial de entre alto y cierto recelo hacia la verosimilitud del testimonio del encartado” en sus declaraciones policiales, “a la búsqueda de una estrategia común de posicionamiento a favor de José Bretón” ya en sede judicial, como recuerda la prensa provincial.

A juicio del juez, todos los que declararon ante la Policía acudieron al juzgado “con la consigna de que todo lo que perjudicaba a José Bretón no reflejaba la verdad de lo declarado y había sido un invento de la Policía, o cuando menos una tergiversación de lo que habían dicho”, al tiempo que considera que la unidad en los testimonios del entorno familiar “ha llegado a romperse”.

Por ejemplo, enumera el juez, en cuanto al desplazamiento de Bretón a la finca de Las Quemadillas el 7 de octubre, un día antes de los hechos. La madre, según el auto, “miente claramente” al decir que va a por unos colchones que ya estaban en la casa; Rafael “se inventa una inexistente” visita al psicólogo; Catalina refiere no recordar el hecho, y su cuñado, José Ortega, que no conocía el motivo. “Claramente esconden y tratan de justificar este evento”, señala.

En relación con la estancia de los niños en casa de los abuelos antes de dirigirse a la finca la mañana del 8 de octubre, según el juez, “las versiones no cuadran de ningún modo”, pues, “nadie llega a coordinarse con la secuencia de unos hechos tan trascendentales como fueron el último instante en que otras personas aparte de José vieron a los dos niños”, cuando no fueron más de “escasos cuatro minutos” los que los niños estuvieron en la casa de sus abuelos.

Otro punto “de gran discordia”, según el auto, es el del contacto entre Rafael y su hermana y cuñado en torno a las 18.00 horas del día 8 de octubre. “Los dos hermanos restringen la información sobre lo que realmente les dijo José”, además, continúa, los hermanos aseguran que José no pasó ninguna noche en la finca, pero las llamadas de Bretón lo sitúan en la zona.

Por otra parte, el juez destaca que “pretendan negar” que la madre de Bretón habló con éste cuando ya estaba en el Parque Cruz Conde. “En esa conversación tan vehementemente negada, y respecto de la que técnicamente no existe la más mínima duda de su existencia, tuvieron que decirse cosas tan graves que le hicieron decir a la madre, nada más y nada menos, en su primera declaración policial, que pensaba que su hijo habría hecho desaparecer a los niños”, según afirma el juez.

Turno para los peritos

Mientras, los peritos que han realizado los distintos informes sobre los restos óseos de la hoguera de la finca de Las Quemadillas, en Córdoba, declararán ante el juez este viernes para rectificar o ratificar las conclusiones de sus informes.

En concreto, está previsto que acudan los responsables de los cuatro informes elaborados tras el análisis de los restos óseos, tres de los cuales concluyen que son restos de humanos y el restante determina que son de animales.

Así, asistirán la perito de la Policía Científica que concluyó que eran de animales en los primeros días del caso, si bien diez meses después se ha certificado en otros tres informes que eran de humanos, razón por la que fue destituida; y también estarán presentes los responsables de los citados tres informes, como son el antropólogo forense Francisco Etxeberría, que estudió los restos a petición de la familia materna, el paleoantropólogo José María Bermúdez de Castro, a quien la Policía pidió otro informe al conocer el de Etxeberría, y los peritos del equipo mixto del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y de la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense.

Quemó los cadáveres

Cabe destacar que en el último auto, por el que se imputa al padre de los niños los dos delitos de asesinato, el juez argumenta que Bretón, “tras matar a sus dos hijos, lo más probablemente al llegar a la parcela”, en Las Quemadillas, y sin que se pueda establecer la forma en la que lo hizo, “trató de hacer desaparecer sus cadáveres quemándolos en lo que diseñó como un auténtico horno o pira funeraria”, sobre “un fondo de leña de olivo en forma más o menos rectangular”, en la que supuestamente colocó “los cuerpos de los dos menores”. Algo que, según el togado, está “demostrado empíricamente”.

Asimismo, relata que “los cuerpos estarían posiblemente cubiertos por una sábana o cortinas de las que no se encontraron en los registros; muy probablemente José vertería importantes cantidades de gasoil sobre los cuerpos o sobre la leña, con miras a conseguir que la hoguera alcanzara elevadísimas temperaturas durante un prolongado espacio de tiempo”. Cabe recordar que los agentes comprobaron en la investigación que Bretón compró unos 140 litros de gasoil antes de acudir a Córdoba el 7 de octubre.

Posteriormente, “sobre la pira, José colocaría la estructura metálica de mesa de forma rectangular que se encontró junto a la hoguera en el primer registro”, y agrega que “la mesa serviría de parapeto, sobre el que posiblemente descansaría una especie de plancha o montículos que hicieran concentrar aún más el calor”, con el fin de actuar, en palabras del juez, como si fuera “un horno”.

Cuando Bretón calculó que “la incineración pudiera haber tenido finalmente lugar (el volumen de la ceniza y la existencia de ascuas impediría un análisis concienzudo) retiraría la mesa y el material utilizado de parapeto, consiguiendo de este modo, posiblemente con la ayuda de ropas sintéticas o simplemente por oxigenación provocada por la retirada de obstáculos, o manipulación de ascuas, que la llama se avivara en el entorno de las 17,14 horas“. Precisamente, los técnicos del Infoca alertaron sobre esa hora de una columna de humo, procedente de la zona de la finca.