José Bretón, delatado por su teléfono

Semanas antes de aquel fatídico 8 de octubre que ya forma parte de la historia negra de Córdoba, el último día del último suspiro de los hermanos Ruth y José, su padre, José Bretón, imputado por el infanticidio de los dos menores, ocultó deliberadamente sus movimientos, «desapareciendo» en franjas horarias y días concretos, con el objetivo de permanecer completamente ilocalizado. Sin embargo, el análisis de la información almacenada en su iPhone, extraída por el volcado de su memoria a cargo de la empresa Net Computer Forensic S.L., ha datado y, lo que es más importante, destapado con detalle la ubicación del inculpado entre el 25 de septiembre de 2011 y el día de autos.

Además, ha puesto de manifiesto la manipulación del dispositivo cuando se encontraba en manos de Rafael, hermano del acusado. Y no sólo ha demostrando el borrado de llamadas, sino también la modificación de las propias bases de datos del teléfono.

El informe definitivo, al que ha tenido acceso ABC, confirma que Bretón, «cuando en determinados días decide ir a la finca de Las Quemadillas y quiere esconderlo a su familia, desconecta su teléfono, en otras ocasiones lo pone en modo «Avión» para evitar que aplicaciones como Latitude, que tiene instalada en su móvil, descubra su posición» a sus allegados.

Así, en concreto, de las informaciones WI-FI y de las antenas BTS registradas en el terminal del padre de los menores, se comprueba que estuvo en Las Quemadillas los días 15, 17, 20, 22, 24, 25 y 26 de septiembre y el 3, 7 y 8 de octubre. En varias de esas jornadas, Bretón desconectó su teléfono o lo puso en modo «Avión».

José recibió cinco mensajes de Whatsapp de su hermano que le instaba a conectarse
En concreto, el día en que desaparecieron los niños, entre las 11.00 y las 13.09 horas, y entre las 13.32 y las 18.02 horas, el encartado apagó el móvil o desactivó los accesos a Internet, tanto por conexión 3G como por WI-FI. «Conducta que generó en sus familiares desconfianza y temor porque pudiera hacer algún daño a los niños, lo que se puso de manifiesto por los reiterados mensajes enviados por Rafael Bretón a su hermano, pidiéndole que se conectara o actualizara el Latitude para poder saber dónde estaba», concluye el informe. Según los estudios de Net Computer Forensic, existen, al menos, cinco comunicaciones de Whatsapp de Rafael a su hermano (los días 21 y 26 de septiembre, y 2, 7 y 8 de octubre) en los que le insta a estar localizado, lo que demuestra, según el estudio, «la gran preocupación por saber dónde estaba su hermano José en todo momento».
Estos datos corroboran lo apuntado por el juez instructor, José Luis Rodríguez Lainz: que José estuvo cerca de una decena de ocasiones en la parcela familiar los días previos a la presunta desaparición. «Obsesionado por el hecho de haber visto romperse su esquema de vida familiar, comenzó a idear la posibilidad de causar un daño grave a su esposa como represalia a su decisión». El lugar donde trazaría sus planes «durante noches enteras» es la citada finca. Un vecino testificó que varias noches vio luz encendida en la casa de Las Quemadillas.

Otro dato significativo que se ha averiguado tras analizar el teléfono es que Bretón, es que los días 17 de septiembre, 3 y 7 de octubre pudo detenerse en la localidad sevillana de Écija en el trayecto de la capital cordobesa a la onubense, o viceversa.

En concreto, el 17, a las 12.45 horas, a la altura de La Herencia «desaparecen todas las señales de radio. Pero llama poderosamente la atención el hecho de que a las 17.10, más de cuatro horas después» varias antenas próximas a Las Pajanosas, que sólo se encuentra a 35 kilómetros de La Herencia «posiciones el teléfono, sin que se sepa dónde estuvo ese tiempo».

Nuevamente, el 3 de octubre se advierte que a la entrada de Écija se pierden todas las comunicaciones, «posiblemente porque el teléfono se desconecta totalmente o se pone en modo «Avión»». El día 7 también se destaca la ausencia de señales desde las 16.36 horas, dos kilómetros antes de pasar por el municipio sevillano.

Llamadas borradas: 54 antes de ser intervenido y 103 cuando lo tenía Rafael
Fuentes cercanas a la investigación apuntaron que, en su momento, se llegó a pensar que Bretón pudo haber buscado en esa área algún escondrijo donde meter a los pequeños. Incluso se llegó a rastrear el lugar -una zona de campo abierto- para localizar cualquier evidencia de la presencia de José Bretón en el paraje astigitano. Pero nada. En el aire queda por qué Bretón quiso permanecer desconectado en este punto. Este informe definitivo ha revelado, igualmente, otro dato más que significativo para la instrucción y que no sólo consolida los indicios contra Bretón, sino que coloca en la picota a su hermano Rafael.
Así, el estudio destaca que «es concluyente que, desde unos días antes de ser incautado el teléfono móvil, se efectuó un borrado de datos relativos a las llamadas de voz contenidas en el terminal y se produjo la eliminación de hasta 54 registros de llamadas de la propia base de datos que las almacena».

Además, Bretón, antes de, presuntamente, llevar a cabo ese borrado (o consentirlo), «fue visualizando en su móvil cada una de las llamadas relevantes ocurridas durante los trágicos momentos del 8 de octubre de 2011 y, de cada visualización, realizó con el propio terminal una captura de pantalla, a modo de imagen o fotografía, que fue guardando».

Esas llamadas que se cuidó de almacenar son las efectuadas al número de emergencias 112 el día 8 de octubre a las 18.40 horas cuando afirma que está buscando a los niños en el Parque Cruz Conde, y las cruzadas con su familia ese mismo día entre las 18.17 horas (llamada perdida de su hermano Rafael) y las 18.38 horas (llamada entrante de su cuñado José Ortega).

Cambio de la base de datos
Por otro lado, el examen de Net Computer Forensic también ha evidenciado que, desde la entrega por el Juzgado de Instrucción número 4 del teléfono móvil al hermano de Bretón el 16 de noviembre de 2011, hasta su vuelta de nuevo al órgano para un nuevo análisis, «se efectuó un segundo borrado de datos. En concreto, se eliminaron las llamadas registradas entre el 19 y el 17 de octubre de 2011 (un total de 103 a familiares, amigos, policías, periodistas y otras sin identificar).

Supuestamente, el hermano cambió la base de datos del móvil original por otra nueva
El informe especifica que la técnica de borrado se realizó «utilizando herramientas de ingeniería sólo al alcance de expertos que actúan directamente sobre el fichero de base de datos». Aunque no se menciona en el informe, todo apunta a que el autor del borrado podría ser el hermano de Bretón, ingeniero de telecomunicaciones. Pero la manipulación no quedó ahí. Supuestamente, el hermano de José cambió la base de datos original del teléfono por otra. «Por los datos que contiene, se trataría de una copia nueva y diferente que ha debido de ser creada o introducida en el terminal con herramientas adecuadas y con posterioridad al primer borrado, ya que la fecha de creación que tiene es la del 9 de mayo de 2012».
El análisis de los peritos se ha centrado en el examen de la base de datos denominada «consolidate.db», obtenida del volcado de la información almacenada en el dispositivo iPhone de Bretón. Cabe reseñar que dicha base de datos guarda información geográfica sobre los puntos por donde ha estado el móvil, tanto de las antenas BTS, como de las zonas de acceso a redes de WI-FI.

Llamadas falsas para disimular las borradas
Tras efectuar un análisis de los contenidos del teléfono, el informe concluye que se efectuaron un conjunto de registros, todas ellos a principios de 2012, «que denotan una intención de querer llenar la base de datos de llamadas espurias». En concreto, hay 75 llamadas de cero segundos de duración o un máximo de 20; otras 18 a un número del que nunca de obtuvo respuesta o al que nunca se contestó (cuatro llamadas perdidas); tres secuencias de cuatro llamadas seguidas a sendos números, todas sin respuesta, excepto una; seis llamadas consecutivas a un móvil que tampoco obtienen contestación; otras tres a un número de la Junta, también sin respuesta; 8 a atención al cliente de Movistar que se cortaron antes de contestar y una última llamada al número 11111. Igualmente, el examen ha descubierto que había más de 50 llamadas de salida inocuas, es decir, realizadas desde el terminal sin tener respuesta aparente.




Ventura 24 (P)